Este viernes en el ATP Challenger Comunidad de Madrid por Mercedes-Benz Star Madrid, el torneo ha tenido que lidiar con uno de los peores enemigos para un torneo al aire libre: la lluvia.
¿Cómo se cuidan las pistas?, ¿Qué tiempos se manejan para volver a acondicionar para que estén en perfecto estado? Para responder a estas cuestiones técnicas, hemos hablado con Maxi, uno de los responsables del equipo de mantenimiento de pistas, los pisteros.
"Tenemos un sistema de rulos que se hinchan con una sopladora. Si no llueve, están acumulados al fondo de pista. Cuando llueve, se hincha el rulo y se extiende la lona con seis operarios por pista. A mano, se cuadra la lona con la pista porque, a veces, al recogerla se descuadra. Cuando deja de llover se hincha el rulo, se acopla la lona al rulo y se rula hasta el final. Cuando para de llover, se deshincha el rulo, se queda la lona deshinchada y se queda acumulada en los fondos. Recogida la lona, los operarios usan los cepillos para pasar por la pista".
No todo es trabajo humano, también cuenta con ayudas mecánicas: "Tenemos una máquina que nos ayuda, físicamente sobre todo. Se acondiciona para volver a jugar. Por lo general, una pista con lona no necesita más tierra. A veces sí, porque haya habido alguna fuga de agua. Se quita el agua con unos rastrillos y se deja un tiempo para que se evapore la humedad. Dependemos mucho del tiempo para secar las pistas. El sol o el viento ayudan. Una vez se haya eliminado el agua, se echa un poco de tierra batida para igualar al resto de la pista. Hoy tenemos dos pistas y tenemos prioridad por el torneo. Cuando pare de llover, en hora u hora y media la pista estará lista para usarse".
Dos de las pistas están cubiertas. Pero la tercera no. Y ahí el trabajo es diferente: "Tenemos una máquina, que es un taladro con una broca de 60 centímetros, taladramos el suelo donde haya remanente de agua y ayuda. Los pequeños remanentes que quedan, se pasan rastrillos de goma para extenderlos y que no quede charco. En estas fechas, el sol no tiene la fuerza para evaporar toda el agua y lo extendemos para evitar charcos. Dependemos del tiempo porque las pistas son diferentes entre ellas. Cada una tiene sus particularidades. Después, se pasa una máquina para quitar el polvo que ha quedado en la pista. Hay que dejar que la pista se oree, se seque por sí sola un tiempo y, después, pasan los compañeros con el cepillo a base de hacerse kilómetros para seguir el proceso de secado".
"Hay que esperar, muchas veces, a que la pista se seque mínimamente para evitar caídas y accidentes al entrar y trabajar en ella. Y todo depende del día que haya salido. En la pista que no está cubierta pasan horas hasta que se pueda usar. Hay que esperar a que la pista nos permita entrar a trabajar". De hecho, este viernes la Pista Central sólo ha visto cuatro juegos de tenis.
Comunicación VII Open Comunidad de Madrid. Hace más de 1 mes
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